A CUENCA SIEMPRE SE VUELVE.
Hay un dicho que se dice algo parecido o diferente quizás "que a Cuenca siempre se vuelve". Y en mi ese dicho si se ha cumplido. He ido varias veces. Recuerdo creo que unas de las primeras veces regrese a Cuenca seducido por su belleza y me instale durante una semana en la orillas del rio Júcar en una tienda de campaña. Eran otros tiempos donde abundaban los antiguos Ford Fiesta como el que me llevo. Como la vida da muchas vueltas he vuelto y he dormido en El Parador para contemplar las casas Colgantes desde una de sus habitaciones. Que alegría volver a pasear por el casco antiguo seducido por sus hermosas vistas y por los paisajes de postal entre los dos ríos Huécar y Júcar. Y sobre la comida que puedo decir. Que buen recuerdo me ha dejado al comer en un Restaurante. Hago unas cuantas fotos, dejando muchas por hacer para guardarlas en laberintico mundo de los recuerdos, con mi teléfono móvil para algún día también recordar esta nueva visita como hoy recuerdo alegremente que dormí en tienda de campaña a la orilla del Júcar a su paso por Cuenca.
Al otro lado del Puente de Hierro se encuentra el Antiguo Monasterio De San Pablo y hoy en día Parador Nacional
Casas sobre el Huécar
PUENTE DE HIERRO Y CASAS COLGANTES
CASAS COLGANTES AL ANOCHECER
ES UNA PINTORESCA ESTAMPA DE HOY EN DIA QUE HAY QUE VER. ESTA RESALTADA CON SU ILUMINACIÓN NOCTURNA
Parador Nacional de Cuenca
Interior del Parador
Desde sus habitaciones se ve las Casas Colgantes y el Puente de Hierro
Se ve Las Casas Colgantes donde esta el Museo de Arte Abstracto.
INTERIOR DE LAS CASAS COLGANTES DONDE ESTA INSTALADO EL MUSEO DE ARTE ABTRACTO
Y DESDE EL INTERIOS SE VE EL PUENTE DE HIERRO
CONTRASTES DE LUZ DE DIFERENTES DIAS Y AL AMANECER disfrutar como va llegando la luz solar iluminando.
CATEDRAL
VISTAS AL JUCAR
DESDE DONDE MEJOR SE PUEDE VER LAS CASAS COLGANTES ES DE EL PUENTE.
y QUE MEJOR QUE PASAR POR EL PUENTE Y PASEAR POR TODO EL CASCO ANTIGUO.
DISFRUTENLO.
Fue construido entre 1533 y 1589 por iniciativa del canónigo Juan del Pozo originalmente en piedra, para salvar la hoz del Huécar, comunicando el Convento de San Pablo y el casco urbano.
Este primer puente se derrumbó, construyéndose en 1902 el puente de hierro y madera actual. El proyecto se realizó por el ingeniero de caminos valenciano José María Fuster y Tomás, y erigido por George H. Bartle, cuya fundición, también valenciana, contaba con gran renombre por aquella época, quedando inaugurado el 19 de abril de 1903. Es un puente rectilíneo, de 60 metros de flecha, apoyado en los pilares de arranque de sillería del puente anterior y, en el centro, en un puntal de hierro.
Parte del patrimonio de la ciudad de Cuenca, es uno de los mejores lugares desde los cuales observar las Casas Colgadas.
INAGURACION DEL PUENTE DE HIERRO
ANTIGUO PUENTE DE PIEDRA
DERRUNBE Y DEMOLICION DEL ANTIGUO PUENTE DE PIEDRA
El monasterio para que
fuera ocupado por los religiosos dominicos “hijos del gran Domingo de Guzmán”,
Juan del Pozo quiso hacer más accesible el paso desde la ciudad al convento,
mandando levantar un puente, todo un coloso de piedra, que empezó a construir
Francisco de Luna en 1538 y terminó Andrés de Banda Elvira en 1560, después de
haberse cortado 850 pinos en el “Ensanche de Buenache”, donados por el Concejo.
El puente era
arrogante como un cíclope, de cerca de cincuenta metros de elevación y 110
metros de longitud, con atrevidos machones y gallardos medios puntos. Pero
aquella enorme construcción de sillares, que resistió los embates “del
huracán”, no pudo sostenerse al deterioro que produce el paso del tiempo y ya
en 1779 se hizo denuncia de los primeros desperfectos; en 1800 se produjeron
desprendimientos y en 1887 el puente fue reconstruido por el municipio; un año
más tarde se desprendieron algunas piedras del murillo de la Catedral y empezó
a agrietarse el primer arco del anteatrio de San Pablo; fue decretada su
demolición el 23 de febrero de 1895 y con 16 barrenos de dinamita se puso fin a
la obra del canónigo Juan del Pozo.
La construcción del nuevo puente
se confió a don Jorge Bartle, que tenía sus talleres en Valencia, concediendo
el Ayuntamiento de Cuenca el correspondiente permiso el 1 de febrero de 1902,
una vez aprobados los planos por el Ministerio de Obras Públicas.Las obras comenzaron muy pronto, y sobre unas airosas pilas de hierro, entre los machones del antiguo puente, empezaron a colocarse las barras de hierro enjaretadas, alcanzando una longitud de 106 metros y una elevación de 40 metros en la mayor altura.
REGRESARÉ OTRA VEZ A CUENCA PARA ADMIRAR SU RESPLANDOR. Y TODO LO DEMAS.
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