EL CUENTO O RELATO DE ALGUNOS POLITICOS DE
HOY EN DIA
-
Esta es una historia de ahora,
quizás actual pero que podía ser anterior o posterior. Es solo un simple
y retorcido ejemplo.
Era una tarde
como otra cualquiera en el
municipio de Uceda de la provincia de Guadalajara donde dos viejecillos
charlaban divisando a lo lejos su pueblo desde el camino ascendente y de tierra
por el que paseaban. Llevaba a un hermoso barranco. Caminaban el más anciano tapando su cabeza
con una boina negra un poco descolorida y el otro con una gorra de chulapo
madrileño típica y de cuadros blancos y
grises: Se estaban liando un cigarrillo mientras subían dicharacheros por el
rudimentario camino:
-Te lo aseguro yo vamos para atrás, pa tras y pa tras, hay
que joderse, otra vez tenemos que
liarnos los cigarros como cuando éramos
unos jodidos mozos.- exclamó malhumorado el viejecillo de la boina.
- Ahora también se lían los cigarrillos los jóvenes del pueblo y los de la ciudad-
-Como yo te digo vamos pa atrás, pronto volverán ya verás
Sebas a tirar como en antaño los animales muertos en este barranco y volverán
los buitres, te lo aseguro como me llamo Jenaro, se llenará todo de jodidos
buitres en busca de su deseada carroña.
-Espérate para predecirlo Joder que llevábamos unos años sin
subir al barranco.- exclamo Sebas no haciéndole demasiado caso.
- claro como que ya no tiramos a las bestias barranco abajo,
joder sigue tan empinao como siempre, ¡mira! ¡Hostias¡ No puede ser lo que
estos ojos míos ven.-
Los dos miraron el barranco sorprendidos.
(Plano panorámica del barranco partiendo primero desde su
profundidad hasta acabar con una panorámica general en que se divisen las 4 altas torres de la
Castellana de Madrid alzándose solemnes en el horizonte)
-Joder, ya miro- Exclamo señalando con el dedo índice y con
el brazo ostensiblemente extendido.
- Joder, joder, ya nos ven desde la ciudad con esas torres
tan altas como jodidas montañas, nos avasallan Sebas, nos avasallan -despotricó
Jenaro primero para luego recalcar afirmando.- ya no podemos mear en el campo
sin que te la vean los de la ciudad, joder
ya no podemos mear con libertad,
coño.-
-
No te encabrones, pues te giras y meas para el otro
lado, sabes que te digo que yo me voy un día a la semana a la ciudad.-
-
¡No me jodas¡, ¿Estás loco?. ¿Para qué? ¿Qué has
perdido allí a tu edad?, no ves que solo hay rascacielos y más polución que
antes y más semáforos en rojo.
-
Idiota, solo para ir de putas aunque sea una sola vez a
la semana.
-
¿De putas?.-
-
Si de Putas- .
-
Pa ir de putas no hay que ir tan lejos, te vas a los de
carretera-.
-
¡Pero mira ¿es que no ves?.- Dijo señalando la
ciudad.-Lo de ir de putas es un pretexto,
sinceramente es un pretexto para ir a la ciudad, ¿me entiendes? es solo
un pretexto , un pretexto.- concluyó casi gritando para que hiciese eco el barranco.
Se oye el eco producido por el barranco
de “Es un Pretexto, es un pretexto, pretexto”.
El relato
anterior en si no es un relato sino la trascripción literal de un guión
que encontré por inusitada
casualidad tirado informalmente en una papelera del centro de Madrid. Sus hojas estaban manchadas de grasa de
chorizo y se encontraban visualmente arrugadas. No quise arrojarlo donde quizás
merecidamente e irremediablemente lo habían destinado que no era otro que al
cubo de basura. En un arrebato de irracionalidad necesaria me lo lleve a casa. Amparado por la soledad de mi habitación lo
transcribí tal cual estaba escrito a un archivo de texto de mi ordenador
personal. Y como no tenía fin escrito le
puse al final de la última hoja la
palabra fin a mano una vez impreso. O sea que lo firme descaradamente y me lo
apropie . Lo convertí en un peculiar guión
de un cortometraje. Al día siguiente lo registre en el registro de la
Propiedad Intelectual como solo mío y nada más que mío.
El borrador del corto
encontrado en la papelera era el siguiente :
(Plano panorámico mostrando las 4 torres como cuatro
castillos o catedrales de la modernidad filmados de la siguiente manera y desde
el Paseo de la Castellana y sacando el monumento a Calvo Sotelo, las torres de
la Plaza Castilla y al fondo las 4
Torres de la Castellana. Se haría con una cámara dentro de un coche que
acercándose desde la plaza de Cuzco se desplaza por las castellana hasta
meterse por el túnel de debajo de plaza castilla. Luego continuamos grabando
hasta llegar a su altura de las cuatro torres.
Después se mostrará
cada torre y las vistas impresionantes desde cada una de las torres en un
cuadrito superior a la vez que se graba
circulando con el coche. Dentro del coche van dos sujetos que uno a otro le
dice respondiendo a su entrevista con micrófono de corbata.
-
Mi bisabuelo llevaba por aquí su rebaño de ovejas a
pastar a principio de siglo XX aunque hoy parezca mentira que ello fuera
posible.-
-
Y siguen pasando los rebaños de ovejas una vez al año
¿ó no?.- Le pregunto el reportero.
-
Una vez al año como
derecho de paso como cañada real que es
pero como impropia metáfora de mi ciudadanía te diría que ahora los
rebaños son la multitud de coches que
transitan y que el gran pastor es ayudado por los numerosos semáforos ladrándonos con su
destellos y las multas, vamos mejor dicho esto lo diría mi bisabuelo si lo viera con sus
propios ojos el actual paraje y su ajetreo diario..-
-
Sería un cambio abismal para su mentalidad, ¿El cambio urbanístico
es chocante?.-
-
Muy Chocante.-Afirmo rotundamente.
A las 10:30 de la
mañana. (Debe aparecer la hora en la imagen durante unos segundos)
El
coche donde se realiza la entrevista circula por el lateral de la
Castellana y cerca de una de las torres toca el claxon repetidamente mezclado
con el ruido de los coches. En su
interior se claramente la cámara que va grabando la entrevista para un
reportaje.
De repente el conductor al tocar el claxon con ostentosidad
al cruzarse un peatón que va a una de las torres de la Castellana.
-Gilipollas metete el pito por el culo- les gritó un
hombre bien vestido con traje negro y
con unas gafas negras de moda. Aparentaba ser un policía secreta.- y la cámara
por donde te quepa subnormal.- les encomendó enérgicamente al verse que era
grabado como parte del documental. (A sujeto se le ve siempre de espaldas, o de
perfil sin que nunca se le vea claramente el rostro)
Los del grupo de al lado, que estaban en la entrada de
acceso de unas de las torres de la Castellana fumando como lugar habilitado
para ello por las diversas empresas de la torre, se giraron para mirarle rápidamente. (A esta
hora la entrada de la torre estaba
concurrida de gente fumando que animosamente charlaba)
-¿Quién será ese maleducado?-pregunto una señora integrante
de un grupo de fumadores, interesada y en parte ofendida por los gritos.
-Debe ser el idiota del nuevo jefe de seguridad.—Afirmo
categóricamente otro de ellos
-Pues el también fuma como nosotros- Se expreso analizando
la situación otro contertuliano con pintorescas gafas.
-Yo creo que no se traga el humo-. Afirmo mostrándose
rebosante la única señora del grupillo.
- Debe hacer que fuma para expiarnos integrado en el grupo,
esta empresa cada vez te oprime más.- Explico el de las gafas pintorescas.
-Venga presentémonos y hagámonos amigo suyo, es bueno
llevarse bien con los de seguridad- les encomendó el que con anterioridad le
había catalogado como idiota. Iba trajeado con un traje de Marca y el pelo
engominado.
Se acercaron al
personaje de gafas oscuras y que parecía un policía secreta. (Este
siempre aparecerá de espaldas o como mucho de perfil)
-¿Nuevo en esta torre?- Le pregunto el del Traje de Marca
intentando entablar conversación.
-Si- y tras sonreír se lo confirmo:- me he incorporado hace
pocos días-
-¿Eres de seguridad verdad?- le interrogaron a la vez.-
-si que sois listos los fumadores de aquí. Pertenezco al
departamento de seguridad de este
edificio. ¿Contentos?-
-¿Nos dejarás fumar aquí
en paz, verdad?.- Le interrogó con ironía el del Traje de Marca.
Los demás le miraban intranquilos esperando la respuesta
afirmativa.
Inesperadamente y categóricamente exclamó tras sacar una
caja de puros pequeños -Tomar fumaros un puro, son davinoff-
Como pensaban que era una trampa o una inesperada reacción
surrealista para reprenderlos en un principio se negaron a cogerlos.
-Gracias pero no- dijo la señora.
- Esto es parte de su investigación.- afirmo el de las gafas.
-Carajo cogerlos y os los fumáis, yo también me fumare uno.-
Y tras apagar el cigarrillo y encender un puro impuso la siguiente norma no
dejando entrever si era una broma o una imposición: - A partir de hoy todos los
días a las 10:30 estáis obligados a fumaros con
un puro conmigo. Tomar, fumároslo- les mando con autoridad y
ofreciéndoles uno a cada uno de ellos.
Todos lo cogieron sorprendidos y a la voz de “sí usted lo
dice”, lo encendieron y echaron una bocanada satisfecha y conjunta de humo.
A las 11:15 de la mañana (mostrando también la hora durante
unos segundos en la imagen) en otra entrada de otra Torre de la Castellana tres
mujeres inician la conversación con un hombre vestido como un Don Juan que
grabándole de espaldas se había acercado hacía ellas. (En ningún momento se le
ve el rostro, siempre de espaldas o de perfil). El resto del portal está lleno
de gente que han bajado de diferentes oficinas de la torre para fumar
placenteramente.
-Tú eres ¿Juan, Juan de verdad, mi Juan?- le pregunto una de
las secretarias muy arreglada, como si fuese a ir a una fiesta. Tenía los
labios pintados de rojo y sus ojos de azul. Su bolso era muy llamativo y azul.
- Si soy tu Juan, tu chateador empedernido y ya iba siendo
hora que nos conociéramos mi dulce Amelia.-
-Eres más guapo de los que había imaginado y más viril.-
-Y viéndote real te digo que tú eres la más linda sirena de
estos mares de hormigón donde nos encontramos y hablándote alcanzo agraciado
por fin la libertad, la plena libertad.-
-Si que es un don Juan- enfatizo riéndose una de sus compañeras. Era la más guapa de las
tres y vestida con un traje negro con pequeñas rayas blancas verticales.
-¿Cómo os conocisteis? - pregunto la otra compañera, feúcha aunque
muy bien vestida, queriendo cotillear.
-Por Internet- Sentenció Amelia.
-Chateando todas las noches por Internet y da la casualidad
que trabajo a 5 minutos de aquí-
-¿No iras a poner los cuernos a tu marido Amelia?.- peguntó con malicia la muy bien
vestida.
-No, solo nos comunicamos por Internet, y eso no es poner
los cuernos.- Se justifico Amelia.
- Bueno me tengo que ir, que hoy solo dispongo de cinco
minutos para fumar, pero a partir de mañana prometo venir todos los días en mi
descanso matinal para poder fumar contigo y con vosotras si me admitís en
vuestra maravillosa tertulia.-
-Bueno, estas invitado todos los días a conversar, pero
antes de irte danos un beso.- Le propuso Amelia.
Las beso en la mejilla a las tres galantemente y sacándose
una Rosa escondida en un acto de magia se la ofreció a Amelia: - toma Cielo
mío, hasta mañana--
- Nos chateamos antes esta noche.- le propuso Amelia muy
melosa.
-Sí mi sirenita Celestial.-
Cuando Juan se estaba alejando sin verle nunca el rostro
exclamo la más feúcha y bien vestida de sus amigas: -¡Qué romántico!.- .
-Yo también quiero un Don Juan chateador.- exclamó con
picardía la más guapa.-
- Toma y yo- exclamó la feúcha como excelntisima máxima de su vida.
Todas rieron y tras acabar con sus cigarrillos se adentraron
en la altiva Torre, Trabajaban en el piso 45.
A las 12:00 horas de la mañana (también marcado en pantalla
la hora) pasando de plano general de otra torre de la castellana y bajando el
plano hasta concretarse en su portal que está repleta de fumadores que bajan de
sus oficinas para fumar. Un grupo de ejecutivos esta hablando de la Bolsa
mientras fuman:
-Va a caer la Bolsa dentro de dos días, así que es mejor
vender las acciones de esta empresa hoy mismo, ¡ya mismo!.-
-Yo ya las he vendido.- afirmo otro dándoselas de listo.
-¿Por qué hay que vender las acciones, y tenemos que
mantenerlas por contrato durante tres años?- preguntó otro interesado.
-Porque así las podremos comprarlas después más baratas,
¿entiendes?, las seguimos teniendo pero habiéndonos ganado unos ganancias.
En esto se ve cuando estamos en
un plano general que entra un deportista vestido con un chándal muy llamativo.
Luego la cámara le sigue siempre de espaldas hasta que se para enfrente de los
contertulianos que antes hemos retratado hablando y fumando. De repente se para
ante ellos y hace unas cuantas flexiones y mira el reloj. Tras ello todos le
miran medio sorprendidos y medio riéndose ante su cómica acción pero concluyen
con cara de asombro cuando saca un cigarro y lo enciende alegremente.
El portero con su indumentaria típica de la profesión y de
color rojo le increpa inconscientemente: -¿¡Pero qué haces aquí fumando, tú no
eres deportista!?
-No es este un sitio para los fumadores-Le contesto siempre
retratado de espaldas y echando una gran bocanada de humo auto complaciéndose.
-No me tomes el pelo que no tengo ni uno de tonto Yo después
del trabajo voy al gimnasio y no fumo, es una ley no escrita de los
deportistas.- Le desafío el portero. Se
podía apreciar que era un portento físicamente y al quitarse el sombrero ante
un vecino se le ve que también es prematuramente calvo. O quizás se afeitase la
cabeza para alcanzar su máxima belleza.
- Yo hago deporte para contrarrestar los cigarros que
diariamente me fumo y las cervezas que diariamente me tomo, y como en el
gimnasio de la otra esquina no dejan fumar he venido aquí para fumar, así que
si no les importa a los presentes me escaparé todos los días 10 minutos para
fumarme un cigarro a gusto, soy un fumador como vosotros, ¿es que acaso no tengo
derecho a fumar?-
-Venga fuma, fuma que por lo que veo fumar es de personas
sanas.- le dijo el que debía ser un alto directivo y quería vender hoy mismo
las acciones de su empresa. –Pero mañana te traes una silla para descansar
mientras fumas y asunto arreglado.-
A las 12:50 de la mañana (sale en pantalla la hora) se
acerca un repartidor a otro portal de otra torre de la castellana (siempre de
espaldas o de perfil) con un paquete y pregunta a unos de los fumadores (grupo
de yupis vestidos todos con traje y corbata)
que están a la entrada que antes de llegar habían mantenido la siguiente
conversación:
-Ya no somos nadie si no salimos por televisión.- Dijo el
conversador 1.
- Cualquier tonto de mierda se apunta ha hacer de mono en un
programa de televisión y se forra de dinero con la fama.- Corroboro el
conversador 2 cabreado y fumando en una
pipa de madera labrada.
-En un Púb cercano de aquí siempre va una famosa que se
junta con cualquiera que este bien para que televisen su romance en los programas
de televisión., si queréis ya sabéis- le insinuó el conversador 3.
-¡Pero si ya esta vieja y fea!.- Exclamó el conversador 1.
-En esta profesión de trepas no hay que tener escrúpulos.-
Sentencio un cuarto conversador.
-¿por favor me pueden indicar en que piso esta la recepción
de Doma?- les pregunto el repartidor de un paquete. (Siempre visto de espaldas
o de perfil)
-Pregunte a la entrada en seguridad y no nos moleste.- le
contesto cabreado el conversador 1 molesto con la pregunta.
-Muy bien- dijo ignorando su falta de cordialidad y con mofa
antes les aclaró sus pensamientos al afírmales: -pero antes aprovechare para
echarme un cigarrillo con ustedes.- Después
enfocando en plano general detrás
de las espaldas del grupo les pregunta:- ¿Creen ustedes que hoy lloverá?-
Final:
Mientras va caminando una persona de espaldas aparecen cuatro
ventanas de diferentes videos. En él se ven las imágenes de las diferentes
grabaciones de las escenas a la vez grabadas con anterioridad en los 4 portales
de las 4 torres de la castellana pero en
vez de salir de espaldas
sorprendentemente mostraba su rostro. Se nos muestra que “El
señor-secreta de las gafas oscuras perteneciente al departamento de seguridad
del edificio”, “el Don Juan de Internet y de la rosa”, “el deportista fumador
de cigarros en chándal” y “el extraño repartidor del paquetea domicilio” es la misma persona. Sorprendentemente al girarse la persona que
camina des espaldas se comprueba que tiene el mismo rostro y es la misma
persona y nos exclama- Que bien que hayan prohibido fumar en sitios cerrados, así
puedo practicar interpretación al aire libre.- Lo exclamo con gratitud primero.
Después pensando que ya solo le quedaba sacarse un máster "de como mentir
sin que se note" sonrió y tatareo el
estribillo de la famosa canción de antaño, que decía "Mama quiero ser artista",
cambiándola una palabra y cantó -"MAMA QUIERO SER POLITICO".
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