UNA OPINION MÁS: ALMENDROS.
Recuerdo un posible sueño como poema bordado en la memoria ante la nítida visión de la naturaleza que agraciada me regala una gran multitud de sensaciones. Una de ellas es la nacida por la hermosa contemplación de un terreno con los almendros en flor.
Yo como entretenimiento planto en un terreno baldío y lleno de retamas cada año y entre ellas unas cuantas semillas de almendro dulce. Ya que me comentan que de una almendra amarga sale un almendro amargo, y además he oído que de una almendra dulce puede salir un almendro dulce o amargo según la polinización en un principio plante dos variedades de almendros dulces, de floración simultánea, intercompatibles de polinización cruzada y de floración tardía para evitar que las heladas anulen la cosecha. También hay almendros auto fértiles cuyo polen puede polinizarse a si mismo.
Para una comercialización de los almendros habría que indagar en el mercado, ya que hay muchas variedades y planificarlo con más rigor, pero yo solo voy plantando unas pocas semillas año tras año. Las voy plantando ya que son resistentes a la sequía y con suerte cada año me agarran unos cuantos almendros que año tras año les veo crecer satisfecho.
En un futuro no lejano y en esos días de finales de invierno ya más cálidos y avisando de la llegada de la primavera quizás vea y compruebe que ya no es un sueño, sino que es un día real, presente y hermoso y en el cual me encuentro divisando una porción del mar de almendros en flor que naturales y auténticos se muestran de mi mirada libres saludándome.
Francisco Cerrato Rubio
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